¿Qué tienen en común la Ópera y el Derecho? Aunque pudiera pasar desapercibido a simple vista, ambas áreas muestran aquello que nos interesa, lo que consideramos bueno o malo, cómo son y cómo deseamos que sean nuestras interacciones con otros, las implicaciones de un golpe de suerte o de la malafortuna, el papel de las autoridades, lo que es justo, por lo que lucharíamos a muerte o lo que sería un final feliz.
El Derecho se encuentra en todas partes. Desde que nacemos, estamos rodeados de una serie de reglas, convencionalismos, ordenamientos y autoridades que moldean nuestra conducta. Durante toda nuestra vida, las pequeñas y grandes decisiones que tomamos, conllevan implicaciones jurídicas. Por ello, las óperas incluidas en esta obra son el vehículo perfecto para mostrarnos de manera lúdica lo que cualquiera debe conocer —y comprender— de las normas y, al igual, lo que podemos disfrutar de uno de los géneros musicales más versátiles y apasionantes.
El texto, los cuestionamientos y las reflexiones sugeridas en cada uno de los capítulos son una herramienta didáctica ideal para estudiantes de los primeros años de las carreras de Derecho, Relaciones Internacionales y Economía. Sumado a ello, el lenguaje claro y las actividades planteadas son perfectas para el público general que desea contar con un panorama integral de los conceptos jurídicos que todos utilizaremos a lo largo de nuestra vida profesional y personal.
El gran reto es permitirle al lector romper con los grandes estigmas que, tanto Ópera como Derecho, han cargado: no son aburridos, rígidos ni destinados a unos cuantos.
¡Que ésta sea la bienvenida a dos mundos fascinantes!
«Afortunadamente, la aparición de Doce óperas para conocer el derecho pone remedio a la ausencia de textos especializados en nuestra lengua y, siguiendo al poeta, hace camino al andar». Sergio Vela.